SUIZA, SELVA NEGRA Y LAGOS DE ITALIA AGOSTO

Comenzamos nuestro viaje en Milán, ciudad que fusiona lo moderno y lo clásico. Visitaremos su centro histórico, donde destaca la majestuosa Catedral, un ejemplo único de arquitectura gótica. Pasearemos por la Galería Vittorio Emanuele II, un lugar ideal para admirar su estructura de cristal y las boutiques de lujo que la rodean. Luego, conoceremos el Castillo Sforzesco, una fortaleza medieval que guarda la historia de los duques de Milán.

Tras esta primera inmersión en la ciudad, tendrás tiempo para disfrutar de la gastronomía local. No te pierdas el risotto alla milanese, un plato tradicional que combina arroz y azafrán, o la cotoletta alla milanese, un delicioso escalope empanado.

Por la tarde, nos desplazaremos a Varese, donde descansaremos y nos relajaremos en un ambiente más tranquilo. Tendrás tiempo para cenar y disfrutar de un paseo por este pintoresco rincón italiano. Este será el momento perfecto para absorber la serenidad de la zona, dejando atrás el bullicio de la gran ciudad.

Este itinerario te permitirá descubrir la esencia de Milán y la calma de Varese, una combinación que te cautivará.

En el segundo día de nuestro viaje, nos sumergiremos en la belleza del Lago Maggiore, un paraíso alpino donde las aguas cristalinas se combinan con las montañas verdes. Comenzaremos el día con un desayuno en el hotel y nos dirigiremos hacia Stresa, una localidad pintoresca a orillas del lago. Pasearemos por sus elegantes calles, rodeadas de villas y jardines, y disfrutaremos de la tranquilidad del lugar.

Durante el día, haremos una pausa para almorzar y explorar más de Stresa. Aprovecha para probar una focaccia al pesto o un plato de trofie al sugo di pesce, una receta tradicional con pescado fresco.

Si lo deseas, podrás embarcarte en una excursión opcional a las Islas Borromeas, famosas por su belleza y su historia. Visitaremos Isola Bella, donde se encuentra el Palacio Borromeo, rodeado de impresionantes jardines y esculturas.

Regresaremos a nuestro hotel en Varese, donde tendrás la noche para descansar o disfrutar de una cena tranquila. 

Tras desayunar, comenzaremos en Como, una ciudad italiana famosa por su lago rodeado de montañas y villas elegantes. Pasearemos por su centro histórico, donde destaca la Catedral de Santa María Assunta, una mezcla de estilos gótico y renacentista que refleja la rica historia de la ciudad.

Luego, cruzaremos la frontera hacia Suiza para llegar a Lugano, donde la influencia suiza se fusiona con el toque mediterráneo. Visitaremos la Piazza della Riforma, centro neurálgico de la ciudad, y el Parco Ciani, un bello espacio verde a orillas del lago. A la hora del almuerzo podrás disfrutar de especialidades como la fondue suiza o un risotto al vino blanco.

Al finalizar, nos dirigiremos a Lucerna, considerada una de las joyas de Suiza. Pasearemos por su pintoresco centro histórico, donde admiraremos el famoso Puente de la Capilla y la Torre del Agua, auténticos emblemas de la ciudad.

Nos instalándonos en nuestro hotel en Lucerna. Tendrás la noche para cenar y explorar la gastronomía local, con platos típicos como la raclette o el tradicional rösti de patatas. Un día lleno de paisajes impresionantes y culturas contrastadas.

 Al finalizar el desayuno, podrás optar por una excursión al Monte Pilatus, una de las montañas más emblemáticas de Suiza. Subiremos en telecabina y teleférico, disfrutando de vistas panorámicas impresionantes. Para descender, tomaremos el tren cremallera más inclinado del mundo, una experiencia única que ofrece unas vistas espectaculares del Lago de los Cuatro Cantones.

Si prefieres no realizar la excursión al Monte Pilatus, Lucerna ofrece diversas opciones para disfrutar del día a tu propio ritmo. Puedes recorrer sus tiendas de artesanía, visitar el Museo Suizo del Transporte o simplemente relajarte junto al Lago de los Cuatro Cantones.

Al atardecer, nos trasladaremos a Interlaken, un lugar perfecto para pasear entre sus pintorescas calles y disfrutar de una bebida o un chocolate suizo artesanal. Si lo deseas, podrás unirte a una excursión opcional en barco por el Lago Brienz, navegando entre aguas turquesas y rodeado de paisajes montañosos.

Regresaremos a Lucerna, donde tendrás la noche libre para cenar y degustar platos típicos suizos, como el Zürcher Geschnetzeltes, un guiso de ternera con crema, o una reconfortante sopa de cebada.

Un nuevo día y un desayuno revitalizante . Tras este, nos dirigiremos al Museo al aire libre Vogtsbauernhof, donde conoceremos cómo era la vida en las granjas de la Selva Negra siglos atrás. Pasearemos entre casas de madera tradicionales, molinos y talleres, adentrándonos en las costumbres y la historia de esta fascinante región.

Después, continuaremos hacia Triberg, una pintoresca localidad conocida por sus cascadas y relojes de cuco, auténticas piezas de la artesanía alemana. Tendrás la oportunidad de explorar el lugar, disfrutar de un café con tarta Selva Negra o visitar las tiendas que aún fabrican estos relojes artesanales.

Tras la visita, regresaremos a Friburgo de Brisgovia, y seguiras descubriendo la ciudad a tu propio ritmo. Podrás pasear por sus encantadoras calles o relajarte en alguno de sus cafés, absorbiendo la esencia de esta ciudad universitaria. 

Después del desayuno, comenzaremos el día viajando hacia Basilea, una ciudad cosmopolita situada a orillas del Rin. Haremos una breve parada para disfrutar del ambiente vibrante de esta ciudad fronteriza, conocida por su rica historia cultural.

A continuación, nos dirigiremos a Berna, la capital de Suiza y una de las ciudades más pintorescas del país. Con nuestro guía, exploraremos el casco antiguo, Patrimonio de la Humanidad. Pasearemos por sus calles empedradas y admiraremos la famosa Torre del Reloj (Zytglogge), que alberga un reloj astronómico del siglo XVI. También nos asombraremos con la fachada de la Catedral de Berna, la iglesia gótica más grande de Suiza, y subiremos a su mirador para disfrutar de impresionantes vistas de la ciudad.

A la hora del almuerzo probar platos tradicionales suizos, como la Berner Platte, un contundente plato con embutidos y carne ahumada, o una fondue de queso, un clásico suizo ideal para los amantes del queso.

Podremos continuar explorando la ciudad a nuestro ritmo, paseando por las orillas del río Aar, visitando las plazas animadas o descubriendo el Museo Einstein, dedicado al célebre científico que vivió en Berna. La noche será libre para disfrutar de la gastronomía local y descansar tras un día lleno de descubrimientos.

Con el último desayuno, nos trasladaremos al aeropuerto a la hora indicada para tomar nuestro vuelo de regreso a España. Llevaremos con nosotros los mejores recuerdos y las imágenes más hermosas de Suiza, la Selva Negra y los Lagos de Italia, lugares que quedarán en nuestra memoria.

¡Gracias por habernos acompañado en esta experiencia única!

Esperamos que hayas disfrutado de cada momento de este maravilloso viaje.