Después del desayuno tendremos el día libre en Parma, una ciudad que ofrece una mezcla única de arte, música y gastronomía. Los amantes de la música podrán acercarse al Teatro Regio o al Auditorio Paganini, dos espacios que reflejan la rica herencia musical de la ciudad. Además, una visita al Museo del Parmigiano Reggiano o una caminata por el elegante centro histórico son ideales para disfrutar de su ambiente refinado.
Otra opción para el día es una excursión opcional a Mantua, una ciudad rodeada de lagos artificiales que combinan belleza natural y arquitectónica. Saldremos temprano hacia Mantua y pasearemos por su casco antiguo, declarado Patrimonio de la Humanidad, junto a un guía local. Descubriremos el Palacio Ducal, el Palacio Te y la Basílica de San Andrés, mientras aprendemos sobre la influencia de los Gonzaga, que transformaron la ciudad en un centro cultural renacentista.
Al caer la tarde regresaremos a Parma, donde dispondremos de tiempo libre para cenar y relajarnos.